testimonios
"Durante la cuarentena encontré a Carlos por Instagram y tras muchos años de dietas milagro, sustitutivos de comida, pasar hambre, rebotes y mal adelgazar, me animé a escribirle. “Si quieres hacerlo, ahora es el mejor momento” no había excusa, qué razón tenías Carlos!
Empecé el asesoramiento con muchas ganas y conforme iban pasando las semanas mi cuerpo iba cambiando, ello me animaba a seguir para ver a donde podía llegar.
Durante el primer mes tenía sentimientos encontrados; estaba adaptándome a una nueva forma de vida, la cual requería de esfuerzo, ganas, paciencia, compromiso y sobre todo fuerza de voluntad. Como no, tenía muchas preguntas; alguna de ellas podía parecer bastante absurda, pero tener a alguien que te contesta a todo fue un pilar muy grande para seguir.
Me adapté bastante bien a la “dieta”; las primeras semanas repetía varias veces el mismo plato hasta que empecé a elaborar mis propias recetas. Los tips que Carlos iba colgando ayudaban mucho. Nunca he tenido sensación de estar haciendo una dieta, tanto es así que, durante los primeros meses, no hice “comida libre” porque no sentía ninguna necesidad. Y lo más importante era que iba bajando de peso sin pasar hambre.
Sobre el ejercicio, antes de empezar se me hacía cuesta arriba pensar en entrenar, era consciente que al mes tenía que volver a enviar fotos con mis progresos, no podía llegar a la fecha y no haber conseguido nada por pereza o excusas. No podía fallar a Carlos porque me animaba y confiaba en mi. No podía y no quería fallarme.
¡Empecé! los ejercicios eran fáciles, me cansaba pero podía terminar sin la sensación de “voy a morir en el intento”. Poco a poco me cansaba menos, podía hacer algunos minutos de más en cardio, incluso había días que me encontraba tan bien qué podía añadir a mi rutina ejercicios un entrenamiento con TRX que Carlos me facilitó. Como los ejercicios estaban adaptados para hacerlos en casa, no me sentía ridículo como me pasaba cuando ponía un pie en el gimnasio.
El segundo mes ya me había habituado a todo. Mi cuerpo había cambiado visiblemente y me sentía con ganas de ver qué cambios físicos me esperaban. Había perdido mucho volumen, las chichas ya no colgaban tanto y mi cuerpo empezaba a coger forma.
Tercer mes, añadimos nuevos alimentos a la tabla. Tan fácil como escribir y decir, “me gustaría añadir estos alimentos”; dicho y hecho, la tabla incluía lo que pedí y alguna sorpresilla.
Los ejercicios subían de nivel, pero podía con ellos sin problema.
Mi cuerpo cambió muchísimo, había perdido los “flotadores” y casi no tenía barriga. Se acababa el confinamiento y tenía que volver a trabajar; empecé a probarme la ropa que tenía y todo me iba enorme. Recuerdo escribir a Carlos llorando y agradeciéndole lo que había hecho conmigo, en ese momento no podía estar más contento y orgulloso de lo que había logrado en tan solo tres meses. Pero alguien, al otro lado, estaba mucho más contento y emocionado que yo, Carlos.
Cinco meses después, 19kg menos, un cambio increíble corporal y mental, me encuentro mejor que nunca! Jamás hubiese imaginado llegar hasta aquí, siempre he sido muy perezoso y poco constante. Ahora, animo a todo el mundo a probar y creer en uno mismo, se puede.
Objetivo inicial más que logrado. Veamos que me deparan los siguientes meses y el incremento de masa muscular"